La selección de personal es clave en el éxito de la Pyme y Micropyme. Puede afirmarse, sin caer en la exageración que, en este caso, es crítica la realización de un proceso de selección adecuado ya que un error implica consecuencias económicas y organizativas importantes.
Para realizar una correcta selección de personal necesitamos, en primer lugar, describir correctamente nuestra organización y cultura laboral, en segundo lugar, definir el puesto de trabajo teniendo en cuenta las tareas principales y secundarias que lo componen y, por último, determinar los requisitos necesarios para afrontar con éxito la realización de las tareas asignadas a ese puesto.
Una vez definidos estos aspectos es preciso calendarizar el proceso, identificando los puntos críticos, los objetivos que perseguimos y los parámetros de evaluación de cada una de sus fases. Posteriormente, se abre la fase de reclutamiento que nos permita tener el número suficiente de candidatos para evitar la tentación de contratar al “candidato menos malo”. Seguidamente, deben diseñarse las pruebas que deben superar los candidatos teniendo en cuenta el puesto a cubrir y, sobre todo, preparando una entrevista que permita determinar qué candidato se ajusta mejor a nuestras necesidades.
Cuando tras el proceso de selección nos hayamos decidido por una de las personas que optaron al puesto llega la parte más importante: la acogida del candidato, que implica explicarle con claridad las tareas que conlleva el puesto y un seguimiento del mismo que permita verificar que las conclusiones a las que llegamos en el proceso de selección se materializan lo que determinaría la superación del periodo de prueba que es la última fase del proceso de selección y cuyo resultado determinará el éxito o fracaso del mismo.
Por último, es preciso recordar que toda esta actividad debe realizarse la normativa, especialmente, la relativa a la Protección de Datos y a la Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres.