En los momentos actuales en que los que el mundo profesional es cada vez más incierto debido a los cambios económicos, tecnológicos y de nuevas necesidades de los clientes, la entrada en el mercado laboral para candidatos jóvenes o la vuelta, tras su salida, para trabajadores senior es más complicada y hay que utilizar las herramientas más adecuadas como la orientación laboral en la búsqueda de empleo.
Por ello, es una herramienta muy importante y básica es la orientación laboral. En esta orientación tenemos que partir del perfil del candidato, diferenciando entre los que quieren acceder al mundo laboral por primera vez o los que persiguen reincorporación. Tras esta primera clasificación se debe hacer un análisis profesional del candidato teniendo en cuenta:
– La formación reglada y complementaria de la que dispone la persona,
– La experiencia profesional, empresas y puestos de trabajo que ha ocupado.
Tras este primer análisis profesional haremos un segundo en el que veremos las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades que son imprescindibles en la orientación laboral en la búsqueda de empleo.
Las amenazas son los obstáculos que nos pone la Administración o la sociedad para el acceso al puesto que queremos. Las oportunidades son situaciones novedosas que pueden generar una mejora en el desroblo profesional, por ejemplo, nuevos empleos o empleos emergentes que se están creando. Ambos son son factores externos sobre los que no podemos actuar.
Las fortalezas son características personales que nos hacen mejores candidatos para un puesto de trabajo concreto como, por ejemplo, la posesión de un título que muy pocos candidatos poseen. Las debilidades son oportunidades de mejora y no aspectos negativos tales como la falta de formación en determinados temas. Ambos son aspectos internos que podemos trabajar y mejorar.
Es en estos aspectos sobre los que tenemos el control en los que debemos centrar nuestra estrategia estableciendo unos objetivos claros tales como sectores de interés, puesto de trabajo a conseguir, recursos necesarios para obtenerlos, tiempo del que disponemos, formación complementaria necesaria, etc.
Para hacer establecer estos objetivos puedes utilizar la técnica smart, acrónimo de:
– Specific (específico): los objetivos deben estar claramente definidos, debemos saber exactamente lo que queremos lograr.
– Mensurable (medible): tenemos que tener medios para medir los resultados,
– Achievable (alcanzable): los objetivos deben ser perfectamente realizables en las condiciones con las que contamos..
– Relevant (relevante): debemos centrarnos en aquellas acciones que están en línea con los objetivos generales que se quieren conseguir en el mundo laboral
– Timely (temporal): tenemos que marcar un tiempo para desarrollar los objetivos establecidos.
Una vez hecho esto debemos estudiar si hemos cumplido con nuestro objetivo, los factores de cumplimiento y de no cumplimiento y establecer medidas correctoras que conllevarán el establecimiento de otos objetivos.
Por supuesto, no debemos obviar la importancia ni de un buen curriculum , ni de la realización de un buen elevator pitch pero esto ya es materia para otro post.