La fijación de objetivos en la estrategia empresarial es muy importante para mantener nuestro rumbo, no perdernos en el día a día y mantener el foco en los objetivos de la empresa, necesidad aun más apremiante en momentos de incertidumbre como el actual.
La fijación de objetivos en la estrategia empresarial implica hacer hincapié en los siguientes puntos:
1. Análisis del punto de partida de la empresa: es imprescindible para que los objetivos que establezcamos tengan unas raíces fuertes y que estén alineados con el día a día de la empresa. La situación contraria nos llevaría a un desarrollo empresarial basado en la improvisación y la falta de control con las consecuencias negativas que ello implicaría para nuestra organización.
En este punto proponemos ayudarnos de un método sencillo pero eficaz: el método DAFO, que se basa en descubrir las fortalezas y las oportunidades de mejora que tiene la organización. Estas son las características propias de la empresa y por lo tanto, rasgos internos. Después tendremos que considerar las amenazas y las oportunidades que muestra el entorno a la empresa. Lógicamente, ésto son características externas a la empresa que no podemos controlar pero podemos aprovechar para obtener la información que nos permita crecer o limitar los daños en una determinada situación.
Para una mejor comprensión de este método adjuntamos gráfico:
2. Fijar los objetivos teniendo en cuenta el análisis anterior: una vez realizada la primera fase debemos afrontar la segunda que consiste en la implementación de nuestros objetivos por medio de la metodología SMART que implica que los objetivos deben presentar las siguientes características. Deben ser:
– Específicos (S): si son confusos o están abiertos a la interpretación será más difícil su consecución pues cada uno de los actores implicados lo interpretara de distinta forma implicando perdidas de tiempo, ineficacias y frustración que impidedirán su consecución.
– Medibles (M): muy importante pues si no es medible no podremos saber el estado de consecución del objetivo y será muy difícil ver los avances si no disponemos de mecanismos para medirlos y dificultará mantener la motivación de los implicados en su consecución.
– Alcanzables (A): en este punto es importante logar un equilibrio entre que el objetivo suponga un reto estimulante pero no sea de imposible o difícil consecución para evitar la des motivación.
– Relevantes (R): el objetivo tiene que ser motivador en cuanto debe suponer una mejora para el desarrollo profesional de los integrantes y de la empresa para mantener la motivación.
– Temporales (T): el objetivo tiene que desarrollarse un espacio temporal claramente delimitado, en el que no quepan prórrogas. Si terminado el tiempo para su consecución no se ha conseguido por cuestiones temporales, habría que analizar si es debido una fijación temporal inadecuada, a la desmotivan o la falta de recursos y , en función del resultado de dicho análisis, deberían de adoptarse las correspondientes medidas correctoras.
3. Establecer aceleradores de la consecución de los objetivos: son actitudes de liderazgo de la empresa que facilitan la consecución de los objetivos al generar compromiso y responsabilidad en la plantilla. Los más destacables son los siguientes:
– Corresponsabilidad en su fijación: el establecimiento de los objetivos de forma compartida entre el personal de la empresa y la empresa con el liderazgo de esta última facilita el compromiso y la motivación en su consecución.
– Comunicación eficaz y clara de los objetivos a todos los miembros de la organización, otorgándoles un papel relevante en la retroalimentación y en las evaluaciones que establecidas de manera que se genere una evaluación continua un adecuado flujo de comunicación acerca de las dificultades y avances del proceso.
4. Proporcionar los recursos necesarios para su consecución, tanto temporales como económicos, humanos y tecnológicos. De nada sirve establecer objetivos y motivar a los miembros de la organización si luego van a carecer de los recursos necesarios para llevarlos a la práctica; lo único que generaremos será insatisfacción y decepción.