Upskilling y reskilling: incontables beneficios, no solo para el trabajador que se forma a título individual sino también para la empresa que invierte en ambos y lo incorpora a su gestión de personal.
El primero, que se reducen los procesos de reclutamiento y selección de personal. La empresa es capaz de gestionar al talento adecuado, de modo que no tendrá que buscarlo fuera. Así, la productividad no se ve resentida y no hay que invertir en dichos procesos.
En segundo lugar, es destacable el efecto sobre los trabajadores que se vuelven conscientes de la inversión que hace la organización en ellos, lo que se traduce en fidelidad y retención de talento.
Por último, esta el refuerzo en el employer branding. Se potencia una cultura de empresa dinámica, adaptada a un entorno que no deja de evolucionar, lo que entre otras cosas implica hacer frente a la brecha digital. En consecuencia, nos encontramos con empresas mucho más competitivas que aquellas que no se preocupan por actualizar las competencias de sus empleados o prepararlos para nuevos puestos.
Upskilling y reskilling: incontables beneficios. Profundiza en esta trascendental cuestión leyendo el post que te ofrecemos.